Esta foto fue tomada en la calle Virgen de las Viñas inmediatamente después de que el Ayuntamiento pasara por Santa Eugenia con su plan de «limpiezas intensivas». Y no es de recibo.
La primera reflexión a la que nos lleva esta imagen es a pensar cómo puede alguien esparcir así la basura, se supone que en el lugar donde vive, en un sitio donde además ni hay contenedores cerca ni hay papeleras que justifiquen tal «desbordamiento». Vamos, que quien(es) lo hizo(cieron) no tiene(n) ni la más mínima conciencia colectiva, ni civismo, ni tan siquiera higiene. Si así dejan las calles, no nos queremos imaginar cómo estarán sus casas.
La segunda reflexión nos lleva a pensar en la efectividad del plan de «limpiezas intensivas», porque como su palabra lo indica «i-n-t-e-n-s-i-v-a-s» quiere decir que por allí pasó una estupenda cuadrilla que recogió, limpió, dejó todo reluciente, pero al día siguiente… ¿no habrá más basura nunca jamás?, ¿nadie va a tirar nada el resto de su vida?, ¿los vecinos guarros dejarán de serlo?, ¿la gente tomará inmediata conciencia de la necesidad de no regar desperdicios por el suelo?..
Quizá la efectividad estaría en: 1. que la gente dejara de tirar basura en la calle y 2. que la limpieza fuese permanente y continuada. Estamos seguros de que si se cumpliesen, al menos una buena parte de estas dos sencillas recomendaciones, Santa Eugenia (y Madrid) pasarían «la prueba del algodón».