La Junta de Gobierno de la ciudad ha aprobado, inicialmente, una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana que permitirá incluir en el Catálogo de Edificios Protegidos o modificar su grado de catalogación a 321 edificios que forman parte de la arquitectura popular neomudéjar existente en la ciudad.
Esta modificación, propuesta por el Área de Desarrollo Urbano, permitirá incorporar 255 nuevos edificios y, para aumentar su protección, cambiará el grado de catalogación de nivel 3 grado ambiental a nivel 3 grado parcial de otros 66 edificios de este estilo arquitectónico que ya están en el catálogo.
Esta nueva ampliación del Catálogo de Edificios Protegidos de Madrid se suma a la que se aprobó en la última sesión del Pleno Municipal celebrada el pasado mes de marzo, por la que se incorporaron 736 inmuebles representativos de la arquitectura industrial y contemporánea de la ciudad.
Estilo neomudéjar
Para el análisis se ha establecido una tipificación de los elementos que definen el neomudéjar popular. El elemento principal que define esta arquitectura es el ladrillo, que se utiliza como material y como sistema técnico-constructivo.
La composición de las fachadas responde de manera general a parámetros tradicionales de la arquitectura residencial del siglo XIX y principios del XX, con balcones con rejería de forja y presencia de zócalo en planta baja.
Los trabajos se han centrado en el ámbito exterior al centro histórico de Madrid, puesto que dentro de ese ámbito los edificios ya han sido estudiados de forma pormenorizada y tienen mecanismos específicos de protección respecto del patrimonio.
Además, el Área de desarrollo Urbano ha tenido en cuenta el trabajo de documentación presentado por la asociación vecinal Solidaridad Cuatro Caminos de Tetuán centrado en los edificios de ladrillo de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, aunque el análisis del Ayuntamiento ha sido más amplio y finalmente se protegerán edificaciones de 15 distritos, entre ellos Puente de Vallecas y Villa de Vallecas.
Los inmuebles seleccionados son representativos de la arquitectura popular neomudéjar de los barrios que conformaron la periferia madrileña a principios del siglo XX y que hoy forman parte de la ciudad consolidada. Con esta modificación puntual del Plan General se pretende reconocer y valorar la huella que han dejado estas construcciones populares del extrarradio en los barrios de Madrid tanto en su hábitat urbano como en el de la memoria colectiva del paisaje de la ciudad y, en definitiva, se persigue su consolidación y pervivencia como una seña de identidad madrileña.
Entre los edificios que se incluirán en el catálogo está el Centro de Formación en la calle de Francisco Laguna, 38, en Puente de Vallecas, que albergó en su día un colegio de educación infantil.