COVID-19 y adelanto de elecciones no caben en la misma frase, pero Madrid es así de chula y la conjuga igual. Desde luego, los madrileños no nos aburrimos. Desde que la presidenta del Ejecutivo autonómico, Isabel Díaz Ayuso, firmara los decretos correspondientes tras hacer tal anuncio el 10 de marzo, se inició una reorganización del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que ha acabado salpicando en la Moncloa. Para sorpresa de todos, toditos. Díaz Ayuso firmó, ese mismo día, el decreto de disolución de la Asamblea de Madrid, de convocatoria de elecciones y de cese, también por decreto, del vicepresidente, consejero de Deportes y Transparencia y portavoz del Gobierno, Ignacio Aguado, y otros cinco consejeros: Manuel Giménez (Economía, Empleo y Competitividad), Javier Luengo (Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad), Ángel Garrido (Transportes, Movilidad e Infraestructuras), Eduardo Sicilia (Ciencia, Universidades e Innovación) y Marta Rivera de la Cruz (Cultura y Turismo). Así, sin que le temblara el pulso. Acto seguido proclamó “libertad o socialismo”, que si ya nos parecía el grito de campaña, más adelante apareció otro: “libertad o comunismo”. Las elecciones son el 4 de mayo, aun estamos a tiempo de ver alguno más. Mientras, los madrileñitos de a pie asistimos atónitos a renuncias, dimisiones, cambios, ceses y otros (des)aciertos políticos que se disputan el protagonismo en medios y redes con la COVID-19, único país donde el interés de la población por la evolución de la pandemia ha descendido a niveles de treta política, desdeñando incluso el anuncio de la suspensión de la vacuna de AstraZeneca, en otras naciones “el escándalo”, aquí apenas noticia. Y así vamos, cada día pendientes del Twitter de tal político, o el Instagram de cual (ex) Consejero, a ver “qué dice ahora”. Que si regresan los morados, que si se suman a los verdes oscuro, que si se afianzan los azules, que si desaparecen los naranja, que si crecen los verde claro. No hay manera, aquí hasta el mismísimo martes 4 de mayo estaremos en ascuas, entre otras cosas, porque lo de las elecciones en martes, pues es casi lo menos raro. Poco menos de dos meses, los 5,1 millones de madrileños llamados a votar seremos testigos de una cantidad de movimientos en el ajedrez político sin tener demasiada conciencia del impacto que tendrá la jugada en la reorganización de los bloques ideológicos de toda España. Y a todas estas, ¿alguien se ha dado cuenta de que durante las próximas semanas todo el calendario de vacunación quedará en ‘pausa’ por el contratiempo con la vacuna de AstraZeneca y solo los pacientes que reciban dosis de Pfizer-BioNTech y Moderna seguirán con la vacunación en España? Por eso es que COVID-19 y adelanto de elecciones no caben en la misma frase. Ya veremos quién gana.