La Comunidad de Madrid ha realizado un total de 744.303 test de antigénicos (TAg) desde su inicio, y arrojan una media de 8,2% de positividad (a fecha del pasado jueves 19 de noviembre). Así lo ha detallado el viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19 de la Consejería de Sanidad, Antonio Zapatero, que ha ofrecido un balance de la actividad de estas pruebas que el Gobierno regional ha ido incorporando progresivamente, desde mediados de septiembre, para el diagnóstico precoz de la infección de SARS-CoV-2.
Del total de estos test, más de la mitad, 416.359 pruebas, se han realizado en los cribados poblaciones que hasta la fecha ha efectuado la Comunidad en Zonas Básicas de Salud de 29 municipios, en el marco de la iniciativa de control en las áreas de mayor transmisión del virus; 271.967 se han llevado a cabo en los dispositivos de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid (centros de salud y consultorios locales); 49.145 en las urgencias de los hospitales madrileños; y, por último, 6.832 en centros socio-sanitarios como medida de refuerzo en la prevención de la infección en las personas mayores, sus cuidadores y grupos de población vulnerable.
Este método diagnóstico, como ha destacado Zapatero, forma parte de la Estrategia de Detección Precoz, Vigilancia y Control de COVID-19 de la Comunidad de Madrid y cuenta con el respaldo de distintos organismos internacionales, como la Comisión Europea y el servicio público estadounidense Centros para el Control y Prevención de la Enfermedad (CDC), referente internacional en Salud Pública.
La estrategia se centra prioritariamente en la realización de pruebas o test antigénicos en los estudios poblacionales en zonas de alta transmisión (cribados), personas sintomáticas y centros socio-sanitarios. Zapatero, que ha estado acompañado por la directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Elena Andradas, ha destacado la importancia de detectar de forma precoz a los nuevos infectados para controlar la transmisión de la infección, que es precisamente el principal efecto del empleo de los test, la detección ágil de casos y contactos estrechos.
Los test permiten la aplicación rápida de medidas sanitarias, como es el aislamiento en caso de personas que resulten con infección positiva (dado que el resultado se obtiene en 15 o 20 minutos) y el rastreo de sus contactos para que guarden cuarentena. Además, dado su bajo precio (4,5 euros) y disponibilidad (tiempo y recursos que implica su análisis), se pueden realizar de forma repetida, lo cual resulta en un aumento de su sensibilidad.